Por
Antonio Cruz de Blas
-¿Cuál
quiere, Lupita?, - le preguntó una amiga a la festejada. Esta, sin mayor
dilación, volteó la mirada hacia los mariachis y muy propia señaló a uno de
ellos: “éste, quiero a éste”.
-No,
Lupita, le pregunté qué canción quiere.
“Ah,
yo pensé que cuál de los muchachos quería”, respondió y ambas soltaron sonora
carcajada.
Posteriormente,
más desinhibida, doña Lupita de plano sacó a bailar al músico, a quien, con
ayuda de una comadre, hicieron “sándwich”.
Carmen
Parrás, su hija, ni se molestó por el actuar de su señora madre. Lejos de ello,
le festejó la ocurrencia y le siguió el juego; “ése es mi papá”, gritó a los
cuatro vientos, lo que provocó la espontánea risa de los invitados.
Quizá
el martes no sea el mejor día para asistir a una fiesta. En esta ocasión, sin
embargo, diversos parientes y amigos cercanos a la familia Parrás Pozos
acudieron puntuales al convivio, donde fueron agasajados con deliciosos
mixiotes de cerdo y unos buenos tragos de tequila Cabrito y Etiqueta Azul.
No
cabe duda que la señora Lupita Pozos sabe pasarla bien en las fiestas y en su
cumpleaños no iba a ser la excepción.