Por:
Antonio Cruz De Blas
Foto: Carlitros Litros (tomada del Facebook del grupo) |
Diez años, tres meses, un día y 90 minutos pasaron antes de que Ministry regresara al DF a dar uno de los conciertos más frenéticos de que se tenga memoria.
Al Jourgensen y sus esbirros se reencontraron con el público capitalino durante el nada fatal viernes 13 de marzo en el Circo Volador, como parte del “From Beer To EternaTour 2015.
A diferencia de su primera visita en 2004, en el marco de un Metal Fest en el Foro Sol, ante un público en su mayor parte integrado por desmadrocitos chavillos admiradores de Korn y Deftones, cabezas de aquel cartel, esta vez acudieron alrededor de dos mil 300 auténticos conocedores del que para muchos es la mejor banda de metal industrial en varias galaxias a la redonda.
En aquella ocasión, incluso, Tío Al” manifestó su enojo ante la poca respuesta hacia su música por parte de los mencionados chavillos. Ahora, en cambio, se sintió más que emocionado con la retroalimentación de verdaderos ministrófilos. Tanto que, hacia el final del concierto, se dio el lujo de bajar del escenario para estrechar la mano de quienes ocupaban las primeras filas.
Foto de Farinella Franz (Tomada del Facebook del grupo) |
Los ánimos subieron de tono a medida que continuaron rolitas más conocidas. Metaleros y uno que otro punk de fashion, con los puños o los consabidos cuernitos en lo alto, corearon de manera estrepitosa ‘Rio Grande Blood’, ‘Señor Peligro’ y ‘Lies, Lies, Lies’.
Por su parte, la enorme pantalla ubicada atrás-arriba de la batería, seguía su propio discurso visual con imágenes de George Bush padre, hijo y Espíritu Santo, entre otros políticos y comunicadores estadunidenses; Hugo Chávez y manifestantes contra policías, así como leyendas contra la NBC.
El grupo se despidió y salió del escenario, aunque las luces del Circo Volador continuaban apagadas. Era obvio que faltaba el encore. Poco después salió Tony Campos y en español pidió a las hordas de greñudos locos el famoso y no menos futbolero “oeee-oeee-oeee-oeeeé…”. El público no tardó en corear: “oeee-oeee-oeeeé / Ministry-Ministry…”. Al salir el resto de la banda, hicieron una especie de reprise de ‘Khyber Pass’. Luego, entre aplausos, salió Jourgensen. Fue aquí cuando bajo del escenario para saludar a unos cuantos afortunados.
Hora y media con Ministry y nadie pidió “otra-otra…”. Diríase que fue el concierto perfecto: ni faltó ni sobró rola alguna.
♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫♫