martes, 30 de diciembre de 2014

ARIANA ESTEFANÍA FUE BAUTIZADA

Por: Antonio Cruz de Blas-radio


Ariana Estefanía fue bañada con las aguas del Jordán y, de este modo, fue recibida como hija de Dios en el seno de la iglesia Católica.

Sus padrinos, Héctor y Rubiel, se comprometieron a guiarla bajo los principios y valores de Evangelio.


El hermoso acto sacramental tuvo lugar el pasado 27 de diciembre en el Santuario del Señor del Santo Sepulcro (Señor de la Cuevita), en Iztapalapa, donde los padres de la menor, Diego Emmanuel y Joana, se mostraron por demás complacidos de que Ariana, el fruto de su gran amor, haya recibido “el más bello y magnífico de los dones de Dios”, como lo es el Bautismo, según San Gregorio Nacianceno.


FLASHBACK FAMILIAR


Casi dos años atrás, los padres de Diego Emmanuel celebraban que éste, el menor de sus cuatro hijos, había aprobado el examen de admisión a la Facultad de Derecho de la UNAM.

En esa ocasión, sin embargo, el rostro del joven Diego no reflejaba la misma felicidad; por el contrario, se veía triste, preocupado. “¿Qué tienes, hijo? ¿A poco no te da gusto que ya vas a entrar a la Universidad?”, lo cuestionaba su señora madre, a lo que Diego respondía que “sí”, pero sin soltar aquel tono de preocupación.

Días después reveló a sus padres el motivo de su preocupación: Joana y él estaban embarazados.

“Ni hablar –le dijo su padre, el abogado Juan Antonio Corona–: estudiarás cuando quieras y con tus propios medios, ya que no quisiste aprovechar el apoyo que te dimos”. Y con firmeza, agregó: “Por ahora, tendrás que trabajar y hacerte responsable de esa criatura”.

Actualmente, Diego tiene un empleo, aunque también está por cursar la carrera de abogacía en la modalidad “a distancia” en nuestra máxima casa de estudios.

ABUELO, RADIANTE DE FELICIDAD

La casa del litigante fue el marco para la recepción de varias decenas de invitados, quienes fueron agasajados con deliciosos mixiotes de pollo y cerdo, acompañados de arroz blanco.

Pocas veces se ha visto tan feliz al señor Corona Valle como en el bautizo de Ariana Estefanía; tal vez porque se trata de su primera nieta. Con una enorme sonrisa, una y otra vez pasaba por las mesas para brindar con los comensales. Cuando veía un vaso vacío, no vacilaba en sugerir: “Ten la bondad de pasar a la barra por otra cuba o lo que quieras tomar”. Una barra por demás bastante nutrida y generosa, cabe decir.

UNA EXPERIENCIA MUY BONITA: LA MADRINA

Al sonidero ya se le quemaban las habas por hacer uso del micrófono. Recién habían empezado a servir la comida, cuando dejó escuchar su voz (con el consabido eco) para solicitar a la concurrencia “una porra para Ariana”.

Minutos después, tomó de nuevo el micrófono para anunciar una “primera llamada”. “¿Primera llamada para qué?”, preguntó en corto algún extraviado en estos asuntos.

–Para que los padrinos entreguen a su ahijada –dijo el sonidero como respondiendo a esa persona.

Más adelante, efectivamente, los padrinos entregaron a los padres de Ariana Estefanía la Fe de Bautismo de la niña, así como el ropón y la vela bautismales.

Rubiel, la madrina, se mostró visiblemente emocionada ante “esta experiencia tan bonita; es la primera vez que somos padrinos”. Y agregó: “Nos comprometemos a cuidarla con amor y cariño, siempre con la guía de Dios”.

Por su parte, Daniel Emmanuel, el papá de Ariana Estefanía, correspondió con un par de obsequios para los padrinos (un arreglo frutal y una botella de tequila), tal y como indica la tradición.

A petición del sonidero, padres y padrinos de Ariana abrieron el baile a ritmo “del emblema de Iztapalapa”, según dijo el dj antes de poner una pieza de Los Angeles Azules. El baile se prolongó hasta bien entrada la noche.

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