Por:
Antonio Cruz de Blas
*Hasta
bailó su vals
Abraham Uriel |
El
sacerdote no daba crédito a lo que estaba viendo. Iba a oficiar una misa con
motivo
de unos XV Años y lo que tenía frente a sí no era una hermosa doncella,
sino a un apuesto jovencito. A punto estuvo de soltar una carcajada ante el
altar, pero se contuvo. No obstante, dejó ver una discreta risilla.
“Perdonen
que me ría -dijo el prelado- pero es que nunca me había tocado (oficiar misa
para) un Quinceañero como ahora, siempre habían venido puras Quinceañeras”,
precisó ante el asombro, primero, y después las risas de los familiares del
joven Uriel.
En
efecto, Abraham Uriel Chávez Aguilar llegó a la edad de las ilusiones (si las
mujeres las tienen, porqué no también los hombres) por lo que, el pasado sábado
16 de febrero, sus padres le hicieron una misa en el templo de San Marcos,
enclavado en el corazón de Santo Domingo, Coyoacán.
Uriel recibe de su madrina la tradicional medalla religiosa |
“Estamos
reunidos por Abraham Uriel”, pronunció el padre, quien le recordó al festejado
“lo mucho que te quiere Dios, lo cual se manifiesta al ser parte de esta
hermosa familia.
“Por
ello estamos aquí –reiteró–, para darle gracias a Dios”.
Luego
se dirigió al Quinceañero: “¿Qué esperas del futuro? Seguramente quieres lo
bueno ¿cierto?”, a lo que Uriel sonreía y afirmaba con la cabeza.
El Quinceañero con sus padrinos |
“Para
ello –añadió el padre– tendrás que tomar el consejo de tus padres, de quienes
te rodean, pero sobre todo, el de Jesús, nuestro Señor. Aunque finalmente serás
tú mismo quien tome sus propias decisiones”, acotó.
Luego
de la Liturgia, como ya es costumbre en este tipo de actos, los orgullosos
padres de Abraham Uriel ofrecieron una recepción en su casa, donde amigos y
familiares fueron agasajados con un delicioso pozole y chescos.
Uriel con sus padres y sus hermanas |
Antes
de la partida de pastel, todas las mujeres presentes bailaron con el
Quinceañero el tradicional vals.
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Me gusto tu reseña y sobre todo las fotografias,gracias Antonio por brindarnos este tu espacio Atte. Fabian
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