Por: Antonio Cruz de Blas
Martha Ramírez (derecha) y su sobrina |
Y es que, cuando se juntan las hermanas Ramírez Hernández en algún convivio, no cabe duda que habrá relajo, mucho relajo.
La celebración tuvo lugar el pasado sábado (5 de julio), en casa de la hija de la festejada, en la colonia El Triunfo (delegación Iztapalapa).
“Eeeeeeeeh, puuuutooo”, gritaban los presentes cada vez que llegaba un hombre (hermano, primo, sobrino, etcétera) con su familia. Quizá el más sorprendido fue Max, hermano de la festejada.
Ni siquiera el grupo musical (Inzzaciable, sic) que animaba la pachanga se escapó de semejante broma. Sobre todo cuando le pedían una canción y el cantante decía que esa pieza no la tenían en el repertorio; ni qué decir cuando al de la tuba se le fue el micrófono dentro de ese instrumento y tuvieron que dejar de tocar para recuperarlo: “Eeeeeeeeh, puuuutooos”, le gritaban al grupo y “tubeeero”-“tubeeero”-“tubeeero”, al músico.
Luego, cuando no sacaba a bailar a sus hermanas o a sus hijos, se la veía sirviéndose un tequila o insistiéndole a la gente que le llegara a la comida.
Los invitados fueron agasajados con un delicioso bufet de tacos de guisado, mientras que la barra de bebidas estaba compuesta de tequila, whiskey, cerveza y refrescos, amén del imprescindible pastel.
“Una porra para la quinceañera”, conminó el vocalista de Inzzaciable. Y sí, que le echan su porra a doña Martha. Pero también, cómo no, el célebre grito futbolero, aunque esta vez corregido: “Eeeeeeeeh, Maaaarthaaa”.
Después de Inzzaciable, fue el sonido "Fest VIP" el que puso a bailar a los congregados hasta bien entradita la noche.
Después de Inzzaciable, fue el sonido "Fest VIP" el que puso a bailar a los congregados hasta bien entradita la noche.
De este modo, se inauguró la porra futbolera en las fiestas familiares.
Ver otro texto sobre Martha AQUI.
<>☺<>☺<>☺<>☺<>☺<>☺<>☺<>☺<>☺<>☺<>☺<>☺<>☺<>
Orale, se ha de haber puesto bastante divertida la pachanga con esas porras.
ResponderEliminar