Por Concepción González
Fuera de la Catedral de Toluca, cerca de las dos de la tarde, el gobernador Enrique Peña Nieto y la actriz Angélica Rivera, recién casados, compartieron por unos minutos su felicidad con ciudadanos que por varias horas habían permanecido fuera del recinto religioso.
La novia lanzó a los curiosos, que apartados por vallas metálicas atestiguaron la llegada y salida de invitados y contrayentes, el ramo de rosas blancas que acompañó su ajuar.
La afortunada que lo cachó fue María de los Ángeles Medina, quien consideró que valieron la pena las cerca de tres horas que invirtió en presenciar el evento.
Aunque las calles aledañas a la catedral de Toluca se vieron saturadas por las medidas de seguridad y por el tráfico provocado por la llegada de los invitados, unos metros más adelante la vida en la capital mexiquense transcurría de manera normal.
La ahora primera dama del Estado de México llegó a la catedral acompañada por Alejandro Peña Pretelini, hijo del gobernador mexiquense, mientras que el Ejecutivo estatal lo hizo acompañado de las cinco hijas que tienen entre ambos: Paulina, Nicole, Sofía, Fernanda y Regina, y junto con 200 invitados atestiguaron la ceremonia oficiada por el obispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla, y el arzobispo de Chihuahua, Constancio Medina.
La mayoría de invitados especiales llegó en un autobús de color blanco, escoltado por una camioneta Chevrolet Suburban.
Del autobús descendieron David López Gutiérrez, coordinador general de Comunicación Social, y Luis Miranda Nava, secretario general de Gobierno, acompañados de sus respectivas esposas, entre otros invitados.
Destacaba la presencia de María del Socorro Nieto, madre de Enrique Peña Nieto, y de su hermana, Cecilia Peña Nieto.
También estaban los alcaldes de Huixquilucan y Ecatepec, Alfredo del Mazo Maza y Eruviel Ávila Villegas, respectivamente.
La ceremonia, alrededor de la cual se desplegaron fuertes medidas de seguridad que incluyeron la participación de cerca de 300 elementos, duró una hora con 20 minutos.
Al término de la misma, los ahora esposos saludaron y se dejaron tomar fotos por los numerosos medios de comunicación que esperaban sobre la calle de Independencia, al igual que cientos de curiosos.
Los contrayentes agradecieron a quienes los felicitaban y "encargaban" al gobernador con su ahora esposa. Sin embargo, también hubo quien se mostró molesto por las medidas de seguridad.
Los esposos, que se besaron a petición de la concurrencia, agradecieron las muestras de afecto de los ciudadanos que esperaron a la pareja al salir del recinto religioso. Posteriormente se dirigieron juntos a la casa de Gobierno, donde se esperaba la llegada de ex gobernadores y otros políticos para la celebración del enlace civil y la fiesta de bodas.
Un día antes, el gobernador Peña Nieto reveló que por ahora no había tiempo para la luna de miel, por lo que después de descansar el domingo, se reintegrará a sus actividades.
Aunque se especulaba sobre la llegada de numerosos políticos y artistas, lo cierto es que a la ceremonia religiosa acudieron sobre todo familiares de los contrayentes, integrantes del gabinete de Peña Nieto y sólo algunos miembros de la farándula, como la cantante Lucero, Graciela Mauri y Juan Soler.
Posteriormente, la pareja y sus invitados se trasladaron a la casa de Gobierno, donde se llevó al cabo la celebración. Días antes, el gobernador había anunciado que probablemente sería hasta diciembre cuando tome un descanso para su luna de miel.
También comentó que será en los próximos días cuando se defina si su ahora esposa tomará las riendas del DIF estatal, del que comentó que era el rostro noble del gobierno más cercano a los sectores desprotegidos de la sociedad.
Ya en la casa de Gobierno hicieron acto de presencia más invitados, sobre todo políticos, como los ex gobernadores de la entidad, Emilio Chuayffet, Ignacio Pichardo y César Camacho, con sus respectivas esposas.
La fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche.
Fuente: La Crónica de hoy: http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=546776
